Presentación
Hans Richard Ueberrhein llega a Chile en 1911 desde las Islas Canarias, invitado por empleados de la Compañía Alemana a trasladarse al norte de Chile con la finalidad de integrarse a las actividades comerciales y mineras de la compañía en el desierto de Atacama. A su llegada, se desempeña como empleado comercial en la ciudad de Iquique, siendo transferido en 1913 a la Compañía Salitrera Alemana de Taltal para asumir la función de “fichero” en la oficina salitrera Chile. Esta actividad, consistía en controlar las fichas o vales que se entregaban a los operarios a cuenta del trabajo (comunicación personal de la familia).
En los primeros años del siglo XX, la Compañía Salitrera Alemana inicia sus actividades comerciales en Taltal con intensas prospecciones mineras al interior del desierto. En 1903 dan inicio a la explotación de salitre en oficina “Alemania” y dos años más tarde en oficina salitrera Chile, que pasa a constituirse como la principal oficina que la compañía alemana llegó a poseer en el puerto. Años más tarde, adquieren los estacamentos salitreros de la oficina “Moreno” a la sucesión José Antonio Moreno, precursor de la minería cuprífera en el despoblado de Atacama, par, finalmente, en 1908 inaugurar la oficina “Salinitas” en pampa Salinitas, la última de las cuatro oficinas salitreras que la compañía llegó a poseer en la pampa al interior del puerto de Taltal.
Sin embargo, más allá de las actividades en torno a la producción de salitre, la compañía alemana desarrollaba actividades extractivas en las minas de oro y cobre del mineral de Guanaco, con los yacimientos de San Lorenzo y Silesia, y en las minas de oro del cordón montañoso de Parañave en la cordillera de la Costa. En el puerto, operaba como casa importadora de material industrial para las minas y salitreras, artículos de ferretería, abarrotes y frutos del país. Esta diversidad de actividades extractivas y comerciales, responde a que en el distrito minero de Taltal no solo se explotaba salitre, sino que también oro, plata y cobre en distintos momentos en la breve historia industrial del departamento.
Al estallar la Primera Guerra Mundial, se cierran los puertos europeos para las exportaciones alemanas. En este nuevo escenario y debido a la importancia del salitre como insumo para la fabricación de pólvora, oficinas de la compañía alemana reducen su producción o paralizan momentáneamente sus actividades extractivas como consecuencia del bloqueo aliado, acumulando un gran stock en las oficinas salitreras y en los puertos. En 1918, el inspector fiscal de Propaganda Salitrera, Alejandro Bertrand, visita la zona salitrera, constatando que la oficina “Chile” se encontraba paralizada a raíz del bloqueo aliado. Es así que, en este contexto de crisis del esfuerzo productivo y exportador de la Compañía alemana, dan inicio a nuevas campañas de exploración y prospección en el despoblado, con la finalidad de diversificar sus actividades extractivas frente al colapso de las exportaciones de nitrato.
La secuencia fotográfica que presentamos en este capítulo corresponde a una selección de imágenes del archivo documental de Hans Richard Ueberrhein, que forma parte del acervo documental del museo Augusto Capdeville de la ciudad de Taltal. Un documento visual de importancia para el estudio e interpretación de un momento determinado de la historia. Es importante señalar que Ueberrhein no era un fotógrafo profesional, sino un aficionado, sin embargo, registra magistralmente las actividades de exploración y prospección de yacimientos minerales en la zona meridional del desierto de Atacama, a la par de desempeñarse como empleado de la Compañía Salitrera Alemana entre los años de 1913 a 1927.
La temática fotográfica de Ueberrhein, como actor de estas campañas de exploración, se centra en el esfuerzo de los cateadores mineros y en los intensos reconocimientos de la geografía en busca de yacimientos minerales entre los años de 1917 a 1918, entregándonos un documento gráfico único e invaluable de la geografía del despoblado y de las actividades mineras desarrolladas en las primeras décadas del siglo XX.
Es importante considerar que el registro de imágenes ha resultado imprescindible para el conocimiento del pasado. Sería difícil la interpretación historiográfica, sin considerar las fotografías u otros documentos visuales, cuando los archivos documentales u otras fuentes escritas no dan cuenta integral de los procesos históricos. Así, el archivo fotográfico de Hans Ueberrhein permite integrar los escritos de la historia con las fuentes documentales, como resultado de la experiencia de lo vivido por los protagonistas de esta aventura en el desierto, transportándonos por medio de las imágenes a un momento determinado de la historia congelada en la mirada del fotógrafo, para considerar el momento capturado por su valor estético, pero también como un documento antropológico e histórico de un período en particular, que gracias al registro visual de los acontecimientos sucedidos, podemos vivenciar a través del lente del fotógrafo en ese instante y tiempo concretos.
Sin embargo, la mirada de Ueberrhein responde a una determinada ideología; la del poder económico y social de aquellos que bajo la tutela de las grandes compañías europeas arrancaron de las profundidades del desierto el cobre, el oro, la plata y el salitre. La rentabilidad de este ejercicio económico produjo grandes fortunas en el continente europeo, principalmente en el puerto de Hamburgo, donde Henry Sloman construye en 1921 la “Chilehaus”, sede de sus emprendimientos en el norte de Chile e ícono de la vanguardia arquitectónica del siglo XX, financiada integralmente con las ganancias de la industria del salitre chileno.
Así, la serie de fotografías presentada nos traslada a los primeros exploradores del despoblado de Atacama. Philippi, Pissis, San Román, Darapsky entre otros, que recorrieron el desierto a lomo de mulas y quienes, en sus informes, dan cuenta de estos amplios espacios inhabitados como un territorio yermo e inhóspito que no permitía asentamientos humanos ni el desarrollo de actividades económicas y productivas. Para Ueberrhein, el paisaje pasa a ser el sujeto de su fotografía, configurando la representación de los grandes espacios inhabitados que caracterizan el despoblado. Retrata la geografía del desierto como una frontera a conquistar, donde el cateador de minerales se minimiza en contraste a un territorio de interminables pampas y cordilleras, amplios horizontes y la soledad de la puna atacameña. El paisaje del desierto y los exploradores se funde en la mirada del fotógrafo en un esfuerzo documental, captando las sutilezas del despoblado de Atacama en un perfecto encuadre.
La secuencia fotográfica que esta presentada está rotulada como “Visita a las azufreras de Antofalla entre los años1917-1918”. Una síntesis de un total de 130 imágenes del archivo, que nos traslada de la costa del Pacífico a la Puna Atacameña. Un largo recorrido a lomo de mula cruzando el desierto; visitando minas, oficinas salitreras y aguadas, para arribar finalmente a Antofagasta de la Sierra en la actual provincia de Catamarca, (Argentina). Los exploradores visitan las azufreras de Antofalla, retornando con ganado ovino para abastecer el consumo cárnico de las oficinas salitreras de la compañía. Es el retrato de las actividades cotidianas en el despoblado, de constante exploración de la geografía del territorio para el conocimiento de sus riquezas minerales y sus aguas, elementos de importancia para el éxito del proceso de industrialización temprana del desierto y el sustento de una creciente población.